Biiip Biiiip Biiip!!
Se escuchó un estruendoso ruido, abrí mis ojos y gire mi cabeza hacia el lugar de donde provenía aquel ruido y me di cuenta que era el despertador. Me senté en mi cama y desactivé la ruidosa alarma que anunciaba las 6:00 am (bueno, 6:05 am) hora en la que me despertaría para ir al instituto, di un suspiro pues volvía a ser lunes un día fastidioso en el que tenía clases, algo que no me molestaba tanto pero lo que realmente me fatigaba de este día eran las clases de matemáticas a primera hora, en especial cuando es esta época del año o sea el invierno.
Sin mas rodeos y antes de que me quedara dormida nuevamente, me levanté de la cama para dirigirme al baño y darme una ducha caliente y cepillarme los dientes. Luego de hacer todo aquello y ponerme el uniforme escolar tomé mi bolso y bajé rápidamente las escaleras, una vez que ya estuviera abajo me encontré con mis padres sonriendo con un pastel en sus manos que tenía una vela encendida en forma de "16".
- ¡Feliz Cumpleaños!.- exclamaron al unísono, yo me sorprendí y me quedé petrificada. Había olvidado que hoy era 14 de diciembre, el día en el que cumplo 16 años.
-¿Eh?... ¡Mi cumpleaños!... Cierto, hoy cumplo 16... jejeje se me había olvidado.- dije con una sonrisa avergonzada, esto suele pasarme mucho, es decir, se me olvidan mucho las cosas pero creo que ya había llegado muy lejos al olvidarme de mi cumpleaños. Mis padres rieron por lo que dije y yo me avergoncé aun mas.
- Vamos, sopla la vela y pide un deseo.- dijo mi padre acercándome el pastel, yo sonreí y soplé aquella vela mientras pensaba en un deseo... aunque no se me ocurrió nada. Una vez que soplé la vela, agradecí por el pastel y me dirigí hacia la puerta mientras me despedía.
- ¡Espera! ¡Aún no te vayas!.- exclamó mi madre.- Pica el pastel para que te lleves un trozo al instituto.- dijo mientras los seguía a la cocina, papá puso el pastel sobre el mesón de la cocina y tomé el cuchillo para picar la torta en varios trozos. Mi papá me dio un envase y tomé un trozo para después colocarlo en dicho envase, miré los demás trozos y pensé en mis amigos, seguro sería un bonito detalle compartir con ellos así que tomé unos cuantos trozos más y los coloqué en el envase tratando de que cupieran.
Mi papá me miró y me dijo con una sonrisa de esas que muestra cuando bromea conmigo:
- Es para tu Souichi, ¿cierto?...jejeje
-¡Papá!.- dije mientras me sonrojaba y negaba con la cabeza.- Souichi es solo mi mejor amigo, solo eso...
- Eso dices tú... ok es broma jejeje.- comentó, yo le lancé una mirada asesina y el se rió nuevamente.
- Ok, Yui, ¿no deberías ir saliendo ya? Ya es un poco tarde.- dijo mi madre para evitar que me enfadara, y por otro lado ella tenía razón(¿cuando no? las madres casi siempre tienen la razón) ya era un poco tarde. Entonces agradecí por el pastel otra vez y tomé aquel envase para meterlo en mi bolsa y salí de casa tomando una bufanda que estaba en el perchero junto a la puerta.
Empecé a caminar rumbo al instituto, el clima estaba helado y las calles llenas nieve aunque no lo suficiente para impedir el paso de las personas y los vehículos que transitaban por allí.
Mientras caminaba, pasé al frente de la casa de Hana, una de mis mejores amigas y la vi salir de allí. En eso me acerqué a ella dando brincos y exclamé con alegría y entusiasmo
- ¡Ha-na-sama~! ¡Ohayou Gozaimasu!
- ¿Eh?... ¡Ah! Ohayou, Yui-chan. ¿¡Cuantas veces te he dicho que no me digas "sama"!?
- Ups... Gomen nasai... no lo volveré a decir~
- Siempre dices eso haa... ¿que voy a hacer contigo?. Bueno no importa.- dijo mientras acariciaba mi cabeza y daba una cálida sonrisa. Yo rei un poco y luego me acordé de los trozos de pasteles que tenía en mi bolso.
- ¡Oh! Cierto, tengo algo que darte.- dije entusiasmada mientras sacaba el envase y lo abría para darle uno de los pasteles que se encontraban allí, ella sonrió nuevamente y tomó el trozo
- Arigatô, Yui-chan.- agradeció y empezó a comer el pastel.- ¡Está delicioso! Lo preparó tu mamá, ¿no es así?
- Creo que si... ¡Aaah! Se está haciendo tarde, ¡Vamos!.- exclamé de la nada, la tomé del brazo y eché a correr mientras la sostenía
- ¡Wuaaaaaa! ¡Yui! ¡Yo puedo correr sola!
- Sumimasen...- dije avergonzada y la solté, me detuve un momento para ver si estaba bien.- ¿Daijoubo ka?
- Si, por suerte, tranquila, que no me he hecho nada esta vez.- dijo mientras respiraba aceleradamente, gracias al cielo que esta vez no le hice nada ya que la mayoría de las veces le hago daño sin querer, es algo raro que me pase esto.
- Bueno vamos al instituto pues
- Ok